Es el modelo tradicional más utilizado ya que tiene una carga simbólica y cultural, además, es una opción accesible para todos los bolsillos.
Del resultado de varias encuestas este “es el preferido por dar un sabor especial al mate”.
Es fabricado a partir del fruto de la planta “Lagenaria Siceraria”, la cual se vacía de semillas y se deja secar. Cuando el fruto está totalmente seco puede ser utilizado como recipiente. Al no agregarse ningún otro material, se trata de un vaso de mate
El mate hecho de calabaza requiere un tratamiento previo al primer uso (curado, del cuál hay diversas opciones), este es de carácter obligatorio.
Después de cada uso debe hacerse una limpieza exhaustiva y dejarlo secar, lo cual evita la aparición de hongos.
Una forma de diferenciar si existen es ver manchas blancas o ligeramente grisáceas en la madera, no deben confundirse con manchas verdes o negras, las cuáles son naturales por el uso.
Hay que tener especial cuidado con este tipo de mate ya que sus paredes son muy delgadas y pueden quebrarse si utilizamos agua muy caliente al cebar.
Existen variantes de forrado del mate hecho de calabaza natural, uno de ellos es el realizado en cuero vacuno, en el que hay una amplia gama de colores. Muchos de ellos son elaborados a mano desde su montaje hasta sus distinguidos diseños artesanales.
Tipos de calabazas según su forma
Hay tantas variedades como calabazas, ya que en la naturaleza no se encuentran dos iguales. En un principio, según su forma podemos agruparlas en tres grandes grupos: periforme, galleta y oval, tal y como se muestra en la siguiente imagen.
Mate galleta
Es un mate achatado y recuerda a la galleta de campo consumida por los gauchos.
Mates periformes
Si el fruto es lo suficientemente grande, se puede obtener un mate porongo y un mate falso poro del mismo, realizando un corte en la división que se aprecia en la imagen anterior.
Los porongos tienen una base hecha de metal (acero y alpaca son los más utilizados) que sirve de apoyo, dada su forma inferior con terminación en punta.
Los falso poro son conocidos en Bolivia como “poros” o “poritos”.
Entrada relacionada